Jaime Barrientos González

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7 may 2010

Cursillo sobre lengua árabe y cultura musulmana

Cursillo sobre lengua árabe y cultura musulmana (impartido por Jaime Barrientos, periodista, experto en mundo árabe)



Destinado a:
Empresarios, directivos, personal de las Administraciones del Estado, Cuerpos de Seguridad del Estado, educadores, trabajadores y mediadores sociales, cooperantes y expatriados de Organizaciones No Gubernamentales)

teoría y prácticas de lengua árabe y cultura islámica
Teoría y práctica del Islam (en sus vertientes sunní y chií)
Fundamentos de la lengua árabe (hablado y escrito)
Idiosincrasia y particularidades de la cultura musulmana en general, con especial atención a las normas de cortesía y convivencia que rigen en los diferentes países.

Duración:
Veinte horas lectivas distribuidas en cinco días (clases de cuatro horas de duración)

Temario

Día 1:
1.1. Lengua árabe ( I): Alfabeto (vocales y consonantes) , hablado y escrito. Vocabulario básico de presentación, hablado y escrito.
1.2. Historia del Islam ( I): Teoría (fundamentos)
1.3. Breve historia del país a visitar.
1.4. Aproximación a la cultura musulmana (I): Idiosincrasia, normas de cortesía, saludos, obsequios más indicados, etc.


Día 2:
2.1. Lengua árabe (II): Numeración (hablada y escrita), utilización de verbos en pasado, presente y futuro y formación del plural y del femenino. Vocabulario de orientación: meses del año, días de la semana, etc.
2.2. Historia del Islam ( II): Teoría (diferencias y similitudes entre la religión cristiana y musulmana)
2.3: Historia del país a visitar (II): Realidad geopolítica, recursos naturales, etc.
2.4. Aproximación a la cultura musulmana (II): Normas de conducta en hoteles, tiendas, vestimenta, usos y modos cotidianos.

Día 3:
3.1. Lengua árabe (III): Vocabulario en hoteles, aeropuertos, en la calle, tiendas, restaurantes y negocios.
3.2. Historia del Islam (III): Práctica (incluye festividades religiosas, abluciones, rezos, y comentario sobre algunos capítulos del Corán )
3.3. Historia del país a visitar (III): Política actual y proyección de futuro.
3.4. Aproximación a la cultura musulmana (III): Normas de higiene, sexualidad, actitud y costumbres en un hogar musulmán, etc.

Día 4:
4.1. Lengua árabe (IV): Vocabulario técnico/especializado relacionado con la actividad de los asistentes al cursillo.
4.2. Historia del Islam (IV): Diferencias teóricas y prácticas entre sunníes y chíies ,árabes y bereberes, árabes y nubios, árabes y kurdos, musulmanes no árabes (dependiendo del país de destino)
4.3. Particularidades del país a visitar (IV): (incluye anhelos, valores éticos y morales, cuentos y chistes ilustrativos de su forma de pensar y actuar, etc.).

Día 5:
5.1. Repaso de conocimientos en lengua árabe, cultura, religión, etc.
5.2. Normas básicas de seguridad.
5.3 Proyección de diapositivas sobre el país a visitar.

Nota:
Disponibilidad total e inmediata para viajar al país elegido en calidad de acompañante/periodista (texto y fotos) para realizar reportajes gráficos y escritos para la empresa o ONG de que se trate, o para ser distribuidos en los medios de comunicación. En este último caso, no se asegura dicha publicación, que depende exclusivamente de los directores de dichos medios aunque será enviado un resumen de actividades.

“EL PEDERASTA SABE LO QUE HACE Y TIENE VOLUNTAD DE HACERLO”



Entrevista en Interviú a Francisco Orengo, psiquiatra




Interviú: ¿Qué efectos produce en un/a menor la prostitución?
F. Orengo: Los destrozos son masivos. Hay una “cosificación” del cuerpo. No vivencian la sexualidad dentro de parámetros de amor y afecto sino que la desvirtúan en una perversión colosal. Estos niños suelen presentar trastornos disociativos y de estrés postraumático complejo graves que dan lugar a conductas altamente manipulativas basadas en la desconfianza. Subyacen graves problemas de identidad. Con frecuencia no saben ni quienes son ni cuál es su objetivo en la vida. Muchas veces se preguntan para qué han venido a este mundo... Una consecuencia añadida es que favorece el amor por el propio sexo y un odio hacia el sexo que les abusó. Esto fomenta una gran ambivalencia amor/odio cuando ambos coinciden
¿Un/a niño/a abusado se convertirá en abusador?
No necesariamente lo que si es posible es que las conductas homosexuales y homoeróticas aumenten. He tratado a algunas prostitutas con tendencias reactivas sobreañadidas lesbianas. En el caso de los niños hay una “identificación con el agresor” y cuando sean adultos habrá muchas probabilidades de que busquen la parte brutal y no afectiva en sus relaciones. Habrá también cierta tendencia a las relaciones de tipo sádico o masoquista.
I: ¿Qué causas influyen en la prostitución infantil?
F. O.: Desatención, maltrato de género, abuso y trauma previos. Ambientes “deprivados” de afecto y violentos, padres o familiares proxenetas y/o madres prostitutas.
I: Perfil del/la pederasta: ¿es un enfermo mental o un delincuente?
F. O. :Es una conducta penada por la Ley pero, además, caso a caso, suelen presentar también trastornos de la identidad sexual, en general, de base infantil. Padecen en esos casos problemas psicopatológicos clarísimos. Son personalidades que no han podido desarrollarse normalmente. Sufen fuertes inhibiciones emocionales. Eso sí, en la mayoría de los casos imputables porque saben lo que hacen y tienen la voluntad de hacerlo.
I:¿Que opinión le merece la Ley que permite que los/as menores mayores de trece años mantener relaciones sexuales con adultos?
F. O.: Estoy totalmente en desacuerdo con ella. Se trata de un claro fomento indirecto de la pederastia. Yo lo subiría, por lo menos, a los 16 y que las relaciones con otras personas  a esa edad de 16 no excediera de los cinco años de diferencia. Con la mayoría de edad ya es otra cosa. Se debe estar en contra de permitir abusos que tengan como base a una cultura, etnia o raza. Con esta supuesta protección a la idiosincrasia de las minorías se encubren comportamientos abusadores sobre la mujer o los niños y adolescentes inadmisibles.
I: A esa edad, un/a menor ¿ puede saber lo que hace?
F. O.: No. No puede saberlo. No está en su edad. Mantener relaciones sexuales incluye potencialidad de prorceación y embarazo así como vivencias y afectos en los que intervienen cosas tales como la ternura, el amor, el cuidado y la responsabilidad ante lo que pueda venir.
J.B.

ABUSO SEXUAL INFANTIL
El 23 por 100 de las niñas y el 17 por 100 de los niños sufre abusos sexuales en España aunque sólo el 10 por 100 de los casos llega a los tribunales, según el libro “Abuso sexual infantil: manual de formación para profesionales” elaborado por la ONG Save The Children. El informe especifica que por abuso sexual se entienden los contactos e interacciones entre un/a niño/a y un adulto cuando el agresor usa al/la menor para estimularse sexualmente a sí mismo, al niño o a otra persona. Este manual, redactado por un grupo de expertos, pretende proporcionar recursos y conocimientos suficientes para prevenir, detectar y actúar ante un caso de abuso infantil.
El estudio señala que tres de cada cuatro casos se dan en el entorno más cercano al niño, ya sea por parte de un miembro de la familia, por un vecino, un amigo de los padres o, incluso, por sus profesores. En el 90 por 100 de los casos el que comete estos actos es un hombre.
Tanto en niños como en niñas, la edad en la que se registra una mayor incidencia de acosos es entre los seis y los 12 años. Las niñas sufren abusos más severos y con mayor violencia e, incluso, la edad de inicio del abuso es más temprana.Los autores destacan también que los/as menores con alguna discapacidad física o psíquica tienen tres veces más probabilidades de sufrir un abuso sexual.
En el documento se señala que las leyes vigentes relegan a un segundo plano a la víctima de la agresión sexual y sólo se preocupan por imponer la correspondiente pena al /la autor/a del delito. Los efectos por haber sufrido abusos sexuales se ven agravados por el hecho de tener que revivirlos en las declaraciones ante la Policía y el juez.
J. B.

PERFIL DEL MENOR
Hasta finales de los años 90 la mayor proporción de menores y adolescentes “chaperos” se daba entre la comunidad portuguesa aunque luego fueron desplazados por un grupo de vascos enganchados a la heroína. Actualmente son casi exclusivamente los norteafricanos inhaladores de pegamento y disolvente quienes deambulan por la Puerta del Sol de Madrid aunque poco a poco va notándose la presencia en esta plaza de gitanos de origen rumano y búlgaro y es fácil verles también en la confluencia de las calles Almirante y Recoletos. Algo similar puede decirse de Barcelona en donde la compra de “carne joven” se realiza sobre todo en las plazas de Espanya y de George Orwell y en menor medida en la zona de las Ramblas cercana al barrio Chino y en la plaza de Cataluña.
Las edades oscilan entre los doce y catorce años en el caso de los más pequeños aunque es más habitual que ronden los 16 ó 17 años.
El nombre de “chaperos” viene de las pequeñas chapas que utilizaban antaño las prostitutas en las casas de citas y que eran cambiadas luego por dinero por el dueño del local o la “madame”.
El dinero que reciben suele rondar entre los treinta y los cincuenta euros si hacen el servicio dentro del vehículo del pederasta aunque la cifra puede aumentar si acuden a un domicilio particular o a una pensión, en cuyo caso se eleva a los cien, 200 euros o incluso más si se alarga durante toda o parte de la noche.
J. B. 

6 may 2010

CARTA BLANCA PARA LOS PEDERASTAS


Ahora que desde el Gobierno se habla de revisar y endurecer las penas contra los menores que delinquen y que se há decidido emancipar a los inmigrantes mayores de 16 años, no estaría de más hacer lo mismo con la patente de corso de la que gozan los pederastas en España desde la reforma del Código Penal en 1995. Un escándalo al que asiste impotente el GRUME (Grupo de Menores de la Policía Nacional) y que denuncian psiquiatras infantiles y psicólogos forenses como Javier Urra, ex Defensor del Menor en la Comunidad de Madrid.

 “Te la chupan y encima te dan dinero... ¿Cómo vas a decir que no?” Quien así habla es uno de los menores marroquíes que, para sobrevivir en la calle en ciudades españolas como Madrid o Barcelona, han tenido que elegir entre robar, vender drogas o prostituírse. “Si haces lo primero o lo segundo la Policía te puede coger pero yendo con hombres nadie te detiene”. “En el puerto, en Tánger, algunos chicos mayores te hacían lo mismo y no te pagaban: si no querías, te pegaban...” confiesa otro niño “chapero”. Muy protegidas las mujeres en Marruecos y muy caras las prostitutas, algunos jóvenes y adultos se “alivian” sexualmente con menores. Y es que un niño es lo más parecido a una mujer... De lo dicho no se debe inferir que en el reino alauita la pederastia no es un delito, “buena prueba de ello -aclara un educador de esta nacionalidad que trabaja desde hace años con los niños de la calle- es que un comisario de la Policía que, con coacciones, había abusado de decenas de estos menores prevaliéndose de la situación de abandono en la que se encontraban y de su posición, fue fulminantemente destituído y condenado a más de 30 años de carcel.”
Así las cosas, cuando estos pequeños llegan a España, son un caldo de cultivo idóneo para los abusos de los pederastas que, como lobos, acechan a sus víctimas y las eligen entre lo más deprimido de la sociedad. No reniegan de los niños españoles pero, al saberlos más protegidos, eligen a los recién llegados.
Antes sus preferidos eran portugueses. Luego se decantaron por los gitanos rumanos y búlgaros pero estos, aún viviendo en chabolas y en condiciones ínfimas, llegan a España con sus familias. Los abusadores lo saben y temen que, antes o después, puedan decírselo a sus mayores y ser denunciados o extorsionados por eso en la actualidad sus presas más codiciadas son los niños marroquíes que vienen solos a nuestro país escondidos entre los ejes de los camiones o en el interior de los maleteros de los autobuses de turistas.
Uno de los pocos casos que salió a la luz pública se produjo hace un par de años en Algeciras: varios adultos fueron descubiertos en el interior de sus vehículos manteniendo relaciones con menores marroquíes tutelados en la residencia infantil de El Cobre gracias a la denuncia de sus educadores que estaban con la mosca detrás de la oreja al ver que algunos niños a su cargo disponían de más dinero del que deberían tener.
A pesar de que son varios los artículos del Código Penal (179, 183, 187 y 188, entre otros) los que condenan la pederastia y los abusos a menores, sólo es denunciada una mínima parte de estos hechos: la punta del iceberg. Y no es que la Policía no lo sepa, sino que no puede actuar. Están atados de pies y manos merced a una extraña Ley aprobada en 1995 que admitía que un niño o niña de doce años diera su consentimiento para tener relaciones sexuales con adultos. Desde distintas instituciones se luchó por su modificación. Para Javier Urra, en la actualidad psicólogo forense de la Fiscalía de menores, se trata de una aberración jurídica. “En septiembre de 1996, cuando juré el cargo de Defensor del Menor en la Comunidad de Madrid -aclara- dije que lucharía por elevar la edad de consentimiento y así lo hice. Fui llamado al Congreso de los Diputados y al Senado y, al final el artículo 185 fue modificado pasando la edad de consentimiento de doce a trece años. Como me sigue pareciendo una barbaridad porque a esa edad no se tiene libertad para decidir, un niño sigue siendo un niño y no madura tan rápidamente como se cree, sigo batallando desde otras instituciones como UNICEF para que, al menos, se llegue a los catorce”.

Las argumentaciones que se le dieron en las dos altas instancias del Estado para no subir la edad de consentimiento se fundamentan en razones tan peregrinas como que la etnia gitana se une sentimentalmente muy pronto, que se podrían penalizar situaciones como la de que un/a niño/a esté enamorado/a de un/a joven de corta edad (15 ó 16 años) y que se quiere dar una gran libertad también en el aspecto sexual a los niños.
“Sin embargo -continúa Javier Urra- en la práctica resulta que esta norma se convierte en una puerta abierta para que muchos abusadores (el 95 por cien son hombres) digan que el/la menor consintió cuando la mayoría de las veces no es verdad. Yo les diría a los legisladores y a la ciudadanía que no se equivoquen, que existen muchas zonas muy deprimidas aún en España y que en ellas los pederastas, con ofertas económicas, pueden conseguir sus objetivos”
Y este es precisamente el problema con el que se enfrentan los miembros del GRUME (Grupo de Menores de la Policía Nacional) consultados por INTERVIU: “Aunque encontremos al niño o a la niña en la cama con un adulto/a no podemos hacer nada si dice que lo hace por gusto. Y claro, el/la menor, que muchas veces no tiene otra forma de sobrevivir en la calle que prostituyéndose, no va a decir lo contrario por miedo a quedarse sin trabajo... Lo mismo pasa si encontramos al abusador entregándole dinero en plena calle: contestará diciendo que ha estado trabajando de asistenta o de cualquier otra cosa que se le ocurra pero nunca lo reconocerá.”
Consultado el actual Defensor del Menor en la Comunidad del Menor, Núñez Morgades, asegura no haber recibido ninguna denuncia sobre prostitución infantil y “por eso no tenemos ninguna opinión al respecto...”.
La situación es aún peor si, como en el caso de Madrid, el GRUME cuenta con tan pocos efectivos,tras la marcha el año pasado de 16 de sus miembros, que en el turno de tarde, actualmente, sólo hay dos agentes para toda la Comunidad. “Así -reconocen- malamente vamos a poder no sólo investigar, sino simplemente estar presentes como elementos disuasorios en los lugares y a las horas en las que esas personas compran los servicios de los/as menores.”
Todo puede volverse todavía más horrible para los menores y mucho más sencilla para los pederastas si, como pretende Cardenal, el Fiscal General del Estado, se decide emancipar a los menores inmigrantes mayores de 16 años y considerarles así mayores de edad.
La situación en las plazas de Espanya y de George Orwell, en Barcelona, y en Sol y en las calles Infantas y Almirante., en Madrid, es escandalosa, según denuncian varios educadores de ONG´s que se dedican a proteger a la infancia. “A partir de las doce de la noche y hasta las dos de la madrugada es habitual ver a grupos de chavalines norteafricanos esperando en la acera a que pasen los vehículos. Marchan a poca velocidad, bajan la ventanilla, apalabran el precio, abren la puerta, el menor, que no levanta dos palmos del suelo, se monta y ambos desaparecen hacia Dios sabe dónde...”.


No está demostrado que exista una red organizada de pederastas, que tal vez sí la haya, pero se conocen entre ellos y se avisan unos a otros de quien puede ser problemático/a. Porque, claro, “los/as menores tampoco son tontos -reconoce otro trabajador social- y en muchas ocasiones acompañan al pervertido hasta su vehículo o vivienda y, una vez allí, sabiendo que no van ser denunciados en ningún caso porque el adulto está cometiendo un delito, a punta de navaja, le quitan todo lo que pueden: una pequeña venganza por destruir su infancia”.
Varios de los jóvenes norteafricanos que trapichean con pequeñas cantidades de hachís en las inmediaciones de la plaza de Chueca, en pleno barrio gay de Madrid, aseguran no tener nada contra los homosexuales que frecuentan la zona: “Al contrario: muchas veces nos tratan mejor que los que no lo son y que nuestros propios compatriotas; se preocupan por nosotros y, a veces, hasta nos ayudan invitándonos si no tenenemos dinero para pagarnos la cena” pero, sabedores de que puede haber algún pederasta emboscado, reconocen que “cuando vemos a un menor marroquí rondando por aquí, como sabemos a lo que viene, le echamos y, si no quiere irse, se lleva un guantazo...”. Y es que tanto los vecinos del barrio como los que venden hachís al por menor “no queremos problemas”. Visitación González, tesorera de la Asociación de Vecinos de Chueca dice que si bien no puede probar que haya prostitución de menores en la zona “si existe un grupo de tres o cuatro niños marroquíes de doce, trece y catorce años que se dedican a atracar a la entrada de la plaza. Los más malos son uno rubio y otro muy moreno: creemos que son los mas mayores los que les mandan a robar...”. “Chaperos hay bastantes y son de todos los países -continúa-. También hemos visto niñas lesbianas de trece o catorce años dándose “el lote” con chicas mayores, de unos 19 ó veinte años pero parece que lo hacen por gusto, no creemos que sea por dinero.”. Asegura que antes había más prostitución en la plaza pero que ahora se ha derivado hacia la calle de Almirante, que pertenece al barrio de Justicia.
Consultados varios porteros de esa calle, uno de ellos reconoce que “hay chavalillos que hacen la ronda por aquí pero como cerramos las puertas de la calle muy temprano, sobre las diez de la noche, tampoco podemos ver mucho...”. “Una vez, cuando abrí la portería a las siete de la mañana, -recuerda otro- tuve que despertar a un chico que estaba acurrucado durmiendo en las escaleras”. Y es que, si no tienen la “suerte” de encontrar a un pederasta que les solucione la noche, “tienes que buscarte la vida como puedes y ahora que ya ha llegado el frío, la calle es muy dura - confiesa Manuel, un chapero que ahora tiene 18 años pero que empezó en la prostitución hace dos- Hay veces que vienes tarde porque has estado por ahí y te pones a las dos de la noche y no te sale ningún cliente. Yo, a veces, he tenido que esperar hasta las seis de la mañana, y nada...”

4 mar 2010

RESTAVEK: LOS NIÑOS ESCLAVOS DE HAITI




Publicado en Interviú 15 febrero 2010
Se estima que dos millones de niños se han visto afectados por el seísmo en un país en el que el 40 por cien de la población es menor de 15 años.
Antes del terremoto, Magalee, una niña de trece años, era una "restavek", una de los entre 300.000 y 450.000 que había en Haití, cuya cifra va a aumentar rápidamente tras el desastre. Los restaveks, (viene del francés “rester avec”, que significa “estar con [alguien]” en creole, proceden generalmente del último escalón de la escala social haitiana. Sus padres les envían a trabajar al servicio de una familia adoptiva en Puerto Príncipe haciéndoles creer que van a ser escolarizados y que disfrutarán de una vida mejor. Pero en lugar de cuadernos y libros, los “restaveks “sólo ven escobas, cubos y cepillos, palizas y esclavitud.
"Tenía que trabajar mañana, tarde y noche. Limpiaba, cocinaba, lavaba la ropa. Me levantaba a las cinco de mañana y trabajaba hasta las ocho de la tarde. En la familia todo el mundo me pegaba". "El trabajo era demasiado duro y la familia no era amable, entonces me refugié en la comisaría. Los policías fueron buenos y me enviaron aquí”. Aquí es el Centre d'Action pour le Développement (CAD) que acoge a los niños ex esclavos. La sede del CAD, que se encuentra en el centro de Puerto Príncipe fue destruida por el terremoto. Magalee perdió a cinco amigos en la catástrofe, restavek como ella. Por suerte, antes del seísmo, fue realojada en la nueva casa del CAD, situada en un campo cerca de Croix-des-Bouquets, a unos kilómetros de Puerto Príncipe.
Nigel, que significa “soy útil” en creole, es un “restavek” de diez años que no ha tenido tanta suerte. Según narra el informe de Visión Mundial Internacional, se levantaba a las seis de la mañana y salía a buscar agua. En la calle se encuentran decenas de niños como él. Algunos son pequeñitos, cinco años tal vez, y atendrán que cargar con pesados cubos para satisfacer las necesidades de sus familias adoptivas. A las nueve la madre cierra con candado la puerta de la minúscula casa de piso de tierra y se marcha sin decir una palabra. Nigel se queda fuera. Con suerte, una vecina le ofrecerá un puñado de semillas para que se tenga en pie hasta las cuatro de la tarde, cuando vuelva la patrona. Cuando lo haga tendrá que hacer lo que le manden: limpiar la casa, lavar los platos, ir al mercado, y así hasta que el resto de la familia se haya ido a dormir.
“Yo fui el que quise venir a trabajar aquí. Mi mamá se murió. No tengo ni hermanos ni hermanas... Ya casi ni me acuerdo cómo era vivir con mis papás. A veces voy al río, a bañarme, pero cuando hago eso mi patrón me da puñetazos o me pega con la rama de un árbol y no me deja salir más. Siempre le digo que me perdone, que no lo voy a hacer más pero él me insulta y me dice palabrotas o me echa de la casa. Tiene un hijo de ocho años que a veces me da patadas y cuando le digo que pare, su papá me pega. Duermo en la casa, en el suelo. El techo tiene muchas goteras y se mete mucha agua. Me gustaría ir a otro sitio pero no para trabajar. También me gustaría ir a la escuela”.
Luisa asegura tener diez años y ser restavek desde hace cuatro. “Mi mamá se murió y me vine para acá pero me gustaría estar con mi papá... Yo le mando recados y le digo que venga a sacarme de aquí. Casi siempre me despierto a las cinco y me acuesto a las siete. En la mañana trabajo y por las tardes voy a la escuela. Este trabajo no me gusta; es muy duro. Siempre tengo que hacer cosas para los niños de la casa: son dos, uno de tres años y otro de cinco. Les baño y llevo a la escuela, les hago la comida... Por las mañanas voy unas cinco veces a buscar agua, por lo menos... A veces llevo hasta tres galones en un solo viaje y me duelen la cabeza y los hombros. Yo se le digo a la familia, pero no me hacen caso.. Tampoco me dan nada de dinero; sólo un poco de arroz y caldo de verduras. Por las tardes sólo como si hay algo. Lo que menos me gusta es que me peguen; me dan puñetazos, me gritan, me echan de la casa... Yo no me quiero quedar aquí. Quiero ir a vivir con mi papá. Le dije cómo me trataban y él me dijo que me quería mucho, pero que no tenía dinero para mandarme a la escuela. Me gustaría tener vestidos bonitos... ¡y zapatos! La escuela también me gusta porque aprendo a leer y a escribir; pero los compañeros no hablan conmigo: me ponen apodos y me insultan por ser restavek”
La inmensa mayoría de los restaveks son niñas. Diana también tiene diez años. “Vivo con Madame Odler. No sé hace cuánto llegué aquí. Me levanto a la misma hora que ella, voy a buscar agua, barro el patio, limpio la casa y lavo los platos. También preparo la comida. Vivo en Cité Silence pero el agua hay que traerla de Bois Verna, que está como a diez ó veinte minutos de aquí. Antes iba a la escuela, pero ahora sólo salgo cuando me mandan a hacer recados. No tengo tiempo para jugar o para divertirme... La escuela me gustaba porque estaba aprendiendo a leer”.
Jean Robert Cadet es un ejemplo de restavek que logró salir adelante y que ha creado una fundación que lleva su nombre para redimir a estos pobres niños. A los cuatro años su madre, negra, falleció y su padre, blanco, se negó a reconocerle y le entregó a una antigua maestra. Pasó toda la infancia trabajando de criado. En sus memorias, “Restavek: De niño esclavo haitiano a norteamericano de clase media” recuerda que lo que distingue a los niños restaveks es el trato que se les da: “la degradación y falta de respeto por su dignidad, sus valores y derechos más básicos como seres humanos. La violencia que soportan sabotea su desarrollo. Son estigmatizados y marginados por la sociedad”. En los últimos años se ha visto un cambio en el perfil de quienes utilizan a estos niños: antes eran familias acomodadas pero ahora muchas de ellas viven en una pobreza extrema y buscan estrategias de supervivencia para sus propias familias. Es la necesidad crítica de conseguir mano de obra gratis que les lleva a “tomar” a un niño restavek. No es la única asociación haitiana que se preocupa por la suerte de estos pequeños: “Foyer Maurice Sixto”, “Mouvman Vin Plis Moun”, la “Fundación Limye Lavi” y el Centro Comunitario y de Aprendizaje “Matenwa” están llevando también a cabo excelentes proyectos .
Sin presente ni futuro
Según el informe “Salud en las Américas”, el 81 por cien de los niños “restavek” proceden de zonas rurales, el 73 por cien son niñas y sólo el 55 por cien asiste a la escuela. “Estos niños desarraigados se convierten rápidamente en pequeños esclavos, explica Alphonse Deo Nkunzimana, director del programa de lucha contra el tráfico de menores de la Pan American Development Foundation (PADF). ‘Trabajan por encima de sus posibilidades, no reciben remuneración alguna y, sobre todo las niñas, son víctimas de abusos sexuales y de todo tipo. “Hay padres que rehúsan aceptar a su hijo de vuelta -comenta Marlene Mondesir, directora del CAD- .Tuvimos una niña de 16 años. Localizamos a su madre verdadera que nos dijo que no la podía aceptar porque tenía otros seis hijos. No tenía cómo alimentarla. La cantidad de restaveks va a ir en aumento después del seísmo, porque un gran número de familias van a encontrarse en situaciones muy precarias. Las escuelas son escasas en el campo y algunas personas de la ciudad van de pueblo en pueblo explicando a los padres que van a llevar a sus hijos a Puerto Príncipe para escolarizarles pero, una vez en la ciudad, son golpeados, violados y azotados”. Tras el terremoto los mismos padres les están regalando : "Llévesela, no la puedo cuidar, se la cambio por comida”.
Según El director de la Oficina de Observación y Lucha contra el Tráfico de Personas del Departamento de Estado de EE.UU., Luis C. de Baca, en 2009 había más de 300.000 "restavek" en un país de apenas nueve millones de habitantes. De ellos, 200.000 no llegan a los catorce años. La mayoría proviene de áreas rurales y las tres cuartas partes son niñas de entre diez y 17 años y algunos podrían tener tan solo cinco. A ellos hay que sumar otros 3.000 que se calcula fueron llevados a la República Dominicana. Muchos terminaron en las plantaciones de caña de azúcar o en las redes de prostitución.
Aunque Haití ratificó la Convención de la Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño en 1994, todavía no ha ratificado las Convenciones 138 (sobre la edad mínima para trabajar) y 182 (sobre las peores formas de trabajo infantil) de la Organización Internacional del Trabajo. Y aunque el artículo 341 del Código de Trabajo haitiano señala que ningún niño menor de doce años debe ser entregado a otra familia para trabajar como sirviente doméstico, el artículo 345 afirma que “los que estén contratados en esa condición tienen derecho a vivienda decente, ropa, una dieta sana y educación”. El Institut du Bien-Être Social et de Recherches es oficialmente el responsable de proteger a los menores de edad más vulnerables y de hacer cumplir los artículos del Código de Trabajo pero carecen de recursos y decapacidad para llevar acabo su mandato.
Las terribles condiciones de los pequeños ‘restavek’ se suma a la de los huérfanos y niños de la calle entre 5 a 17 años que, tan sólo en Puerto Príncipe, en 2006, llegaron a ser casi 8.000: A menudo son maltratados por la policía que les considera delincuentes. Las redes de tráfico de menores operan impunemente en un Haití en el que la esperanza de vida no supera los 52 años y la mitad de la población es menor de 18 años. El índice de escolarización es del 54 por cien y más del 50 por cien de los haitianos son analfabetos. Las calles están pobladas de niños sin futuro. Los menos dóciles escapan de sus amos y se integran en pandillas. Algunos son huérfanos, otros han escapado de hogares violentos o de sus lugares de trabajo. Sobreviven pidiendo limosna y un gran número son víctimas de la explotación sexual. Otros no sobreviven: según el informe de Unicef, todas las semanas muere uno asesinado. Excluidos e invisibles, se calcula que más de la mitad carecen de un certificado de nacimiento. En comparación con otros países de la región, en Haití hay la mayor tasa de huérfanos : un 16 por cien de la población de menores de 18 años. Algunos van a parar a las bandas de ‘chimères’ en los arrabales de Puerto Príncipe, donde es frecuente ver armados a chicos de apenas 10 años. A algunos les obligan a hacerse miembros; otros consideran la vida en las bandas como un camino para obtener alimentos, refugio, protección y prestigio. Según el informe de Unicef “Infancia en Peligro”, en las principales ciudades de Haití, las bandas armadas les reclutan para que sean mensajeros, cometer crímenes o luchar contra otras rivales. La negativa a obedecer las órdenes conlleva el riesgo de sufrir un castigo cuando no la muerte. Para las niñas, representan la amenaza de la prostitución forzada o la violación. Muy a menudo, los hombres de las otras bandas las violan como forma de venganza”.
La anemia se ceba en ellos: en el año 2000 era padecida por el 65.3 por cien de los niños en edad preescolar: igual o menor a los cinco años. Los mayores de cinco y menores de nueve años encuentran en la tuberculosis, las enfermedades diarreicas, la desnutrición, el SIDA y la malaria las cinco principales causas de muerte. En 2003, un tercio de los niños entre 6 y 12 años tenían parásitos. Los de diez a 19 años también morían debido al SIDA, las agresiones físicas, los accidentes, la tuberculosis, la fiebre tifoidea y a causas relacionadas con la maternidad. En este sentido, en 2005, “se registraron poco más de mil partos entre niñas de 10 a 14 años de edad y 6. 090 partos entre adolescentes de 15 a 19 años”. Se calcula que 7.000 haitianas darán a luz este mes de febrero: sus hijos nacerán en las calles o con mucha suerte, en los hospitales de campaña.
En un país empobrecido, inculto y sin acceso a la sanidad, el vudú y las prácticas mágicas tienen un destacado papel y la población empieza a hablar de los “loup-garou” (“Hombres lobo”) merodean por los cientos de campamentos de damnificados de Puerto Príncipe con el único fin de devorar niños o utlizarles en prácticas que terminan en terribles muertes.
Mifchel Esquilabre, médico haitiano que ha estado trabajando con la asociación española “Mensajeros de la Paz” reconoce que se sacan cad´ñaveres de los cementerios para comérselos en ceremonias de vudú. Como médico no puedo más que horrorizarme pero como haitiano que soy se que la población cree más en prácticas de brujería que en la medicina”.
Huida hacia adelante
Empujados por el hambre, la soledad y la desesperación, centenares de niños haitianos que quedaron solos tras el terremoto se trasladan desde Puerto Príncipe en cualquier medio de transporte que se dirija a la frontera. Según Lissette Rojas, del periódico “Clave Digital”, “el tráfico de niños haitianos hacia República Dominicana no cesa. El trasiego ilegal de menores se ha multiplicado en la frontera Norte. Desde Juana Méndez hacia Dajabón, decenas de pequeños cruzan a nado el río y, una vez en el lado dominicano, les recogen adultos en “motoconchos” (motocicletas que actúan como taxi y que son muy populares en república Dominicana)”. “Los guardias, como todos en el pueblo, tienen conocimiento de esta actividad ilegal pero lo malo es que los mismos guardias se combinan con los motoconchos”, explica el padre Regino Martínez, director de Solidaridad Fronteriza. José Luis Fernández, periodista de la misma asociación asegura que “en Dajabón vemos a diario el tránsito de niños llevados por hombres y mujeres haitianos. en motocicletas Los que no se ven son los que se desplazan en autobuses de línea y vehículos privados todoterreno. Los traficantes de niños prefieren los días de mercado, que es cuando se produce una especie de confusión debido a la gran cantidad de personas que acuden a hacer compras y ventas.
Les convierten en esclavos domésticos y agrícolas o los obligan a mendigar. En Santiago apareció hace pocos días una niña haitiana de ocho años violada. Por lo general, los menores víctimas de tráfico terminan como mendigos en las avenidas de las ciudades o como agricultores que solo reciben como paga la comida del día.
El Ministerio dominicano de Trabajo estima que entre 25.000 y 30.000 niños haitianos trabajan en el sector agrícola y la portavoz de UNICEF, Tamar Hanh, denunció que cada año dos mil niños y niñas son llevados desde Haití al país vecino. "Nadie sabe cuántos perdieron a sus padres en la catástrofe -dice Christian Jung, de la organización de ayuda infantil alemana "Kindernothilfe"- pero hay riesgo de secuestro. No hay nada más fácil que hacerse pasar por un cooperante internacional para tener acceso a los menores". Si caen en manos de los delincuentes que comercian con seres humanos podrían ser víctimas del trabajo infantil, la prostitución o incluso del tráfico de órganos. Pocos días después de esta declaración, quince bebés desaparecieron de varios hospitales de Puerto Príncipe y una misión de estadounidenses fue detenida cuando intentaban cruzar en autobús la frontera de Malpaso con 33 pequeños indocumentados, supuestos huérfanos, a quienes sus padres buscaban. Con edades que oscilan entre los pocos meses y los catorce años, actualmente se encuentran en un albergue de la organización Aldeas Infantiles SOS y y los implicados están ahora en una cárcel en Puerto Príncipe. "No puede ser que una organización de ayuda o cualquier otro recoja a los niños en la calle y sostenga que son huérfanos", señalaba hace unos días el primer ministro haitiano Jean-Max Bellerive.
Miembros del Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza Terrestre (Cesfront) en la provincia de Dajabón (Rep. Dominicana) cuentan que, casi a diario, ven “extranjeros que llegan a la frontera procedentes de Haití acompañados de niños y de adultos intentando cruzarlos al país, sin ninguna documentación, pero cuando ven la realidad, algunos se enfadan y otros, simplemente, desaparecen".
Para Unicef, "tiene más sentido conseguir acogida para los niños aquí y apoyar después a las familias. Si no, sufren un doble trauma: primero el del terremoto y, luego, el de ser arrancados del medio que les es conocido”.
Un “mensaje de Paz” español
La ONG “Mensajeros de la Paz”, con su presidente a la cabeza, el padre Ángel, es una vieja conocida en cuanto desastre, natural o provocado, sucede en el planeta como bien saben países como Benín, Congo, El Salvador, Irán tras el terremoto del 2004 o el destrozado Irak.
Miguel Florido, médico de familia en las Palmas de Gran Canaria, fue uno de los que primero acudió a la llamada de esta organización: “La mayoría de las lesiones de los niños son fruto de contusiones y heridas provocadas por el terremoto. Muchos de ellos presentaban además las consecuencias de una malnutrición previa y un estado de salud precario por ausencia de control pediátrico. Carecen de vacunas ni revisiones periódicas. Vi tuberculosis, gastroenteritis por consumo de agua en mal estado pero, sin duda, lo más aterrador era atender fracturas importantes y sobreinfecciones de sus heridas, que en muchos casos acababan en amputaciones de miembros”.
“Apenas vimos casos de estrés postraumático. Los niños son muy duros y están acostumbrados a situaciones lamentables desde el punto de vista socio sanitario. Aceptan la muerte con más facilidad que nuestra sociedad. Los que habían perdido a sus padres se mostraban más apáticos, retraídos, en ocasiones tristes, pero no con la intensidad que esperaría en un niño en similares circunstancias en nuestro país. Pero aquellos que recibían tratamiento y comían mejoraban su estado de ánimo en pocos días”.
Son muchos los cooperantes y la ayuda que está llegando pero los niños de Haití necesitan un sistema sanitario sostenible que pueda prevenir enfermedades atroces como la tuberculosis, la tos ferina, difteria, tifus, malaria… Evitar la malnutrición también requiere de una ayuda mantenida. Muchos de los niños que traté no podrán seguir recibiendo cuidados médicos. El seguimiento de sus curas es incierto y el acceso a medicamentos necesarios no se puede garantizar sin una cooperación bien coordinada.
Michel Esquilabre, médico haitiano residente en España, tampoco se lo pensó dos veces. “He nacido en el país y estoy acostumbrado a ver la miseria pero me ha sorprendido la total destrucción de la capital. Cuando llegamos no había medicamentos y los pocos que había se vendían en el mercado negro a precios que la población no puede comprar: dependen de los que hemos traído los cooperantes. He atendido sobre todo traumatismos fruto del seísmo pero me horrorizó el estado en el que se encontraba un niño de apenas un año: su desnutrición extrema no era fruto de del terremoto sino de un hambre de siglos.”
¿Que si he visto madres regalando a sus hijos o prostituyéndose para darles de comer?: eso es el pan de cada día en un país sin control de natalidad, sin gobierno ni nada que llevarse a la boca... Haití es un lugar sin Ley en el que todo vale para sobrevivir.

Pol Pot, el genocida que “jugó con fuego”



El Infierno en la tierra se llamó Camboya


Sumarios:
Niños de ocho años , sometidos a la voluntad absoluta del “Hermano Número Uno”, fueron entrenados para masacrar sin piedad
“Para escapar de las monstruosas torturas, uno de los incontables presos, decidió suicidarse mordiéndose la lengua: se desangró lentamente”
¿Qué puede esperarse de un ser que convirtió en siniestros lemas las siguientes frases?: “Quien protesta es un enemigo; el que se opone, un cadáver”. “Perderte no es una pérdida. Conservarte no es de ninguna utilidad” Firmado: Pol Pot, “Hermano Número Uno”. En 1996, una Comisión de Investigación sobre el Genocidio Camboyano confirmó que la cifra de tres millones 300 mil muertos probablemente fuera mayor. Un auténtico espanto si se tiene en cuenta que la población total del país, antes de la llegada de los jemeres rojos, no superaba los siete millones y medio. Casi el 23 por cien de los camboyanos fue asesinado.
Entre 1975 y 1979, el gobierno del partido “Angkar” convirtió el país en un gigantesco campo de exterminio. Un año antes de la toma de Phnom Penh, liquidó sin contemplaciones a aquellos compatriotas comunistas que habían vivido temporalmente en Vietnam, considerados "de cuerpos jemer y mentes vietnamitas". Tampoco se salvaron los extranjeros, que empezaron a ser tratados como espías. Una de las primeras directrices de Pol Pot acerca de los rebeldes de la etnia Cham fue que "los jefes deben ser torturados cruelmente para obtener una imagen completa de su organización". Una mujer dijo que había tenido que mirar cómo aplastaban las cabezas de sus familiares uno por uno; si hubiese llorado, le advirtieron, la habrían matado también.
Cuando los habitantes de Phnom Penh se lanzaron a las calles para celebrar el fin de la guerra, no sabían lo que les esperaba. Inmediatamente después de la “liberación”, se ordenó la evacuación ya que la ciudad iba a ser bombardeada por los norteamericanos y, por su propia seguridad, iban a ser trasladados al campo. “Será sólo unos días”, aseguraban. En aquel éxodo a la fuerza, dos millones de personas tuvieron que hacer el camino a pie o en carros. Muy pronto empezaron a aparecer en las cunetas los cadáveres de quienes no resistían la marcha. El horror no había hecho más que comenzar... Saloth Sar, verdadero nombre de Pol Pot, y sus acólitos idearon un plan demencial: "Basta un millón de buenos revolucionarios para el país que nosotros construimos". Los demás sobraban... Los que regresaron del extranjero con ánimo de participar en una revolución cuyas aberraciones desconocían, fueron detenidos nada más arribar al aeropuerto de Phnom Penh.
Había que eliminar todos los vestigios del pasado. Los vehículos a motor se destruyeron y el carro pasó a convertirse en el único medio de transporte. Se quemaron bibliotecas y fábricas y se prohibió el uso de medicamentos: Kampuchea estaba en condiciones de reinventar todas las medicinas necesarias para sus ciudadanos empleando la sabiduría popular. Los médicos tampoco escaparon a la purga al considerar que si una persona estaba tan enferma para necesitar uno, era una lacra para el país y merecía morir. Sólo los campesinos eran ciudadanos ejemplares al no haber sido contaminados por el capitalismo. La colectivización integral se llevó a cabo en sólo dos meses. La propiedad privada y el dinero desaparecieron: nadie era dueño de nada. Incluso la ropa (el pijama negro y el pañuelo rojo de los jemeres) pertenecían al Partido. Cualquier fallo, incluso involuntario como la simple rotura de un vaso, no podía ser un error sino una traición contrarrevolucionaria que conducía a un castigo seguro o directamente a la muerte. Pol Pot, que había sido profesor, prohibió la enseñanza y la libertad de desplazamiento. La comida se suministraba en los refectorios y poseer una olla era un delito. Muchos no soportaron la escasez de alimentos y las extenuantes jornadas de doce a catorce horas de trabajo en los arrozales y morían por hambre y agotamiento. Las raciones eran tan miserables que hubo casos de canibalismo. Mostrar dolor por la muerte de un familiar también era un síntoma de debilidad. Al intentar ayudar a una vecina, una mujer fue castigada porque “no es su deber ayudarla. Al contrario, demuestra que todavía tiene usted piedad y sentimientos de amistad. Hay que renunciar a esos sentimientos y extirpar de su mente las inclinaciones individualistas." Hasta las manifestaciones públicas de afecto estaban prohibidas. Quien apelara a su autoridad paterna sabía que toda la familia sería asesinada. Los menores no contaminadas por el capitalismo fueron sometidos a un lavado de cerebro. Críos de diez años denunciaban a sus propios padres por los motivos más nimios. Se creó una raza de criaturas alienadas y violentas, capaces de rebanar el cuello a quien robara fruta o un puñado de arroz crudo: quien fuese capaz de traicionar al Partido debía morir. Niños y niñas de ocho años, fanatizados y sometidos a la autoridad absoluta del “Número Uno”, fueron entrenados para masacrar sin piedad.
Las relaciones sexuales sólo podían mantenerse con fines reproductivos y se obligó a los jóvenes a casarse para traer al mundo a los nuevos ciudadanos de la Kampuchea Democrática. Se estableció también que cada persona debía producir dos litros de orina diarios que, cada mañana, serían entregados al jefe local para fabricar abono. En las aldeas se organizó una nueva forma de vida con familias separadas, comedores colectivos y sesiones de reeducación. En cuatro cucharadas de sopa de arroz consistía su dieta diaria. Debían levantarse a las cuatro de la mañana y trabajar hasta las diez de la noche. Los casos de paludismo y disentería se dispararon pero los jemeres les decían que su mal era del espíritu y les negaban entonces cualquier alimento.
Las matanzas comenzaron poco más tarde: en el otoño de 1975, seis meses después de la toma de la capital. Entre 1976 y 1978, en la prisión de Tuol Sleng, en Pnom Penh (hoy transformada en “Museo del Genocidio”), fueron asesinados tras duros interrogatorios y torturas entre 14.000 y 20.000 “contrarrevolucionarios”. Sólo siete detenidos sobrevivieron a este lugar denominado S-21. Nadie sabía qué sucedía en el interior de los centros de internamiento pero los campesinos que vivían cerca se referían a ellos llamándolos “konlaeng choul ot cheng” (“El lugar en donde se entra pero no se sale”). Los “sospechosos” lo eran por razones tan insignificantes como tener creencias religiosas, un título universitario o simplemente saber leer y escribir; usar gafas, saber un idioma extranjero o haber trabajado en alguna oficina antes del 17 de abril de 1975.
El ansia de exterminio de Pol Pot llegó a extremos inconcebibles. Al saber que algunos camboyanos habían conseguido huir a Thailandia, mandó sembrar las fronteras con diez millones de minas. Para ahorrar munición, sólo un 29 por cien de los detenidos fue fusilado. El seis por cien acabó ahorcado o asfixiado mientras que el 53 por cien moría degollado o con el cráneo aplastado. Los demás corrieron peor suerte: se les dejaba morir por hambre y sed, eran enterrados hasta el pecho en fosas llenas de brasas y era costumbre quemarles la cabeza con petróleo ardiendo. Como si fueran animales dañinos, eran golpeados salvajemente. Cualquier instrumento servía: palos, azadones y aún insectos venenosos... Con alicates les arrancaban la carne a jirones. Otros eran ahogados en excrementos antes de haber sido enloquecidos con descargas eléctricas.
Los niños, encarcelados por el simple hecho de robar comida, no se libraron tampoco de la crueldad. Los guardianes les golpeaban y pateaban hasta la muerte. Les convertían en juguetes vivientes, colgándoles de los pies. La diversión consistía en tratar de acertarles con sus botas en los testículos y otras partes sensibles de sus famélicos cuerpos mientras se balanceaban cabeza abajo. También jugaban a hundirles en las ciénagas: cuando empezaban las convulsiones, les dejaban respirar y volvían a sumergirles una y otra vez, hasta que fallecían. Siniestro y terrible fue el "Árbol de los Niños", contra el que los recién nacidos eran golpeados para ser después arrojados a una fosa. Otro árbol célebre era el del "Silencio": para ahogar los gritos y llantos de las víctimas, los carceleros ponían música a todo volumen.
Las fotografías tomadas antes de las ejecuciones hablan por sí solas: miles de caras demacradas, rostros asustados de hombres y mujeres, ancianos y niños, todos con el horror reflejado en los ojos. Algunos, sonriendo con muecas patéticas ante la cámara. En las prisiones se numeraba a las víctimas antes de su ejecución. Si el torso estaba desnudo, el papel con el número se sujetaba a la piel con un imperdible. Pero quizá ya ni les importara: nada más llegar, a todos los internos se les arrancaban las uñas de las manos durante interminables interrogatorios. Para acabar con aquellas sesiones de indecible dolor, muchos admitían las más insospechadas majaderías o reconocían sus relaciones con el KGB, la CIA, los servicios secretos vietnamitas o la elite política anterior. Sólo siete personas salieron con vida del campo de exterminio de Toul Sleng. En una pared aún se puede ver el siniestro decálogo de obligado cumplimiento para los presos: “1: Debes responder a todas las preguntas. Contesta directamente y sin rodeos. 2: No ocultes los hechos con excusas sobre esto o aquello. 3: No seas idiota: tú eres alguien que intentó enfrentarse a la revolución. 4: Responde inmediatamente a mis preguntas sin perder tiempo en reflexionar. 5: No me cuentes nada a cerca de la esecencia de la revolución. 6: Mientras recibas latigazos o descargas eléctricas no debes gritar. 7: No hagas nada. Siéntate y espera mis órdenes. Si no hay ninguna, estate callado. Cuando yo exija que hagas algo, debes hacerlo inmediatamente y sin cuestionarlo. 8: No busques excusas respecto a Kampuchea Krom a fin de ocultar tu cara de traidor (delta del Mekon ocupado por Vietnam, reivindicado por los prisioneros con la esperanza de sintonizar con la fibra patriótica de sus torturadores). 9: Si no sigues las anteriores reglas te daré muchísimos latigazos o descargas eléctricas”. La última era prácticamente igual a la anterior: “Si desobedeces cualquiera de ellas te daré diez latigazos o cinco descargas.”


Chim Math, de 49 años, la única mujer que pudo salir con vida del S-21, relató su paso por aquella antigua escuela pública de Phnom Penh. Sus recuerdos son espeluznantes: "A través de agujeros en la pared de mi celda veía las torturas y cómo se deshacían de los cuerpos como si fueran basura. Jamás olvidaré el olor de los excrementos de los cerdos mezclado con la sangre humana". Y es que Pol Pot decidió que los “contrarrevolucionarios” deberían ser útiles a Camboya tras la muerte y sus cadáveres fueron empleados para abonar los arrozales. El escultor In Cham salvó la vida gracias a pasar dos años tallando y esculpiendo figuras con la efigie oficial de Pol Pot. "Después de ser golpeado en la cabeza con un bastón durante tres días y tres noches, recibir descargas eléctricas y ser repetidamente sometido a asfixia por inmersión en un tanque de agua, decidí confesar que había trabajado para la CIA." Para escapar de tanto horror cuenta como otro preso se suicidó una noche. Al no tener con qué hacerlo, se mordió la lengua y se desangró lentamente.


Bou Memg, pintor especializado en carteles cinematográficos se salvó también al convertirse en el retratista oficial del “Hermano Número Uno”. Gracias a eso “tampoco volvieron a torturarme aunque me habían dejado la espalda en carne viva con una caña de bambú cuando me apresaron en Battambang”. "Nos levantábamos a las cuatro de la mañana -continúa- y hacíamos media hora de gimnasia, con los grilletes de hierro en los tobillos. Aunque estábamos casi desnudos, nos registraban todos los días. Dos horas más tarde, obligaban a los presos a tumbarse otra vez en el suelo. Así, durmiendo o fingiendo hacerlo, pasaban toda la jornada. Estaba prohibido sentarse, incorporarse sin permiso o simplemente moverse. Tampoco se podía hablar. Comíamos siempre lo mismo: un plato de potaje y, para cenar, una tacita de sopa de plátano. Dos veces al día nos daban un vaso de agua. Nos trataban como animales. Cada vez que había un cambio de guardia nos recontaban, golpeándonos con un grueso bastón en la cabeza. No recibíamos información alguna. Ni siquiera sabíamos el día o la hora que era."
Kong, un carpintero de 58 años escapó de la muerte enmarcando los retratos de Pol Pot. No olvidará nunca el espantoso olor de los cadáveres. "En entre los que estaban el de su mujer y tres hijos. Ieng Pech, un técnico de obras públicas se volvió imprescindible porque nadie excepto él era capaz de reparar y mantener en funcionamiento el grupo electrógeno que abastecía de energía al centro. "De aquella máquina dependía mi vida. La cuidé como un tesoro durante meses. Me advirtieron que si se paraba me matarían”."Tras obligarme a escribir una detallada autobiografía, fui torturado durante dos semanas. Me golpearon salvajemente y me arrancaron todas las uñas, hasta que afirmé ser agente de la CIA. Después me recluyeron junto con otros cuarenta prisioneros en la celda número 4 del pabellón D. Desnudos unos y en calzoncillos otros pero todos sujetos con grilletes metálicos."
Nadie ha conseguido hacer un retrato completo de Pol Pot, prefería permanecer en el anonimato, ni entender cómo pudo dirigir el genocidio de su propio pueblo. Su energía parecía provenir de una capacidad de odio sin límites. Quizá el problema residiera en su mediocridad. Como señalan quienes tuvieron algún contacto con él, la amabilidad de Pol Pot era legendaria. Según el periodista Nayan Chanda: “No me pareció violento ni dramático. Al contrario, su manera de hablar era suave y gentil”. El corrupto y depuesto rey Sihanouk aseguró: “Es como el ruiseñor, que seduce a sus víctimas con sus maneras y fina voz. Para el subdirector de la Agencia de Noticias de Vietnam “Pol Pot era encantador. No sólo fue un excelente anfitrión sino que expresó su gratitud a los amigos y hermanos de Vietnam. ¿Cómo alguien tan amable, encantador, sonriente y educado se convirtió en en un ser duro, deprimente e incluso brutal?”. Su guardaespaldas, Ieng Sary, le conocía bien: "Su cara era siempre afable... Y mucha gente la entendía mal: podía sonreír a alguien y, acto seguido, mandarle ejecutar”.
¿Quién fue Pol Pot? En 1996 le preguntaron a un desertor jemer y respondió: "No se. Quizás no es una persona. Pero si lo es, lleva siempre uniforme negro, una cinta roja en la cabeza y zapatos de goma". Saloth Sar, autodenominado Pol Pot (“Jugar con Fuego”), nació en Prek Sbauv, en la provincia de Kompung Thom el 19 de mayo de 1925. Más tarde falseó su biografía y se hizo descender de un humilde campesino cuando en realidad era el menor de los siete hijos de un próspero hacendado. Su hermano Loth Suong, oficial de la Guardia Real, dijo que de niño era muy amable. A los seis años su familia se trasladó a la capital en donde tenían conexiones con la dinastía Norodom: Sisowath Monivong, una prima de Saloth Sar había crecido en el Palacio Real trabajando de bailarina y llegó a ser esposa consorte del rey. Su hermana mayor, Saroeung, fue también concubina del monarca cuando sólo contaba quince años. Esta y otras circunstancias pondrían a Saloth “Pol Pot” Sar en contacto con la élite de la capital. Aprendió francés y estudió en un prestigioso colegio católico de Camboya, aunque nunca llegó a graduarse.
Monje durante algún tiempo en un monasterio budista, durante la Segunda Guerra Mundial (1939-45) se unió a las fuerzas de Ho Chi Minh que luchaban contra la dominación colonial francesa en Indochina y contra la ocupación japonesa. Al acabar la guerra, ingresó en el Partido Comunista de Camboya (1946) y realizó una estancia en París (1949-53), durante la cual se dedicó a la agitación política pero no sacó adelante sus estudios de electrónica.


Maestro en Phnom Penh de 1954 a 1963, se consagró luego por entero a la reorganización del partido y a la lucha clandestina, primero contra el régimen del príncipe Norodom Sihanuk y luego contra la dictadura militar de Lon Nol. En 1960, participó en la fundación del Partido Popular Revolucionario Jemer del cual fue nombrado secretario general dos años más tarde. En 1962 fue asesinado Tou Samouth, el principal líder del comunismo camboyano y cuya muerte, aún hoy, permanece sumida en el misterio. En 1963 organizó el grupo guerrillero inspirado en la doctrina de Mao Zedong, derrocó a los militares y tomó el poder en 1976.
Tras la guerra civil que siguió al golpe de Estado del general Lon Nol en 1970, se alió con el príncipe Norodom Sihanuk a quien luego traicionó. Después de que los jemeres rojos expulsaran del poder al militar en 1975, Pol Pot ocupó la jefatura del gobierno. Depuesto en enero de 1979 por los vietnamitas que invadieron el país, dimitió como comandante en jefe en 1985 aunque permaneció escondido en la selva hasta que, el 17 de junio de 1997, los jemeres anunciaron mediante un mensaje radiofónico que habían detenido a su líder histórico. Un canoso y demacrado Pol Pot escuchó en silencio la condena a cadena perpetua mientras centenares de personas gritaban ”¡Aplasten, aplasten a Pol Pot y a su banda!” y aplaudían. “Se podía ver la angustia en su rostro mientras era denunciado por quienes antes le fueron leales. Estaba a punto de llorar” recuerda el periodista Robert Birsel. Sin embargo, nunca se arrepintió de sus crímenes
Pol Pot falleció en una choza, aparentemente de un fallo cardíaco mientras dormía aunque el lugar estaba impregnado de un fuerte olor a formaldehído. Nual Nou, su mujer y alto cargo de los Jemer durante su insensato gobierno, afirmó que se fue a dormir cerca de las nueve de la noche con dolor de cabeza y de estómago y que, cuando volvió, ya estaba ya muerto. El tiempo, el calor y la humedad de la jungla habían empezado a descomponer el cadáver cuando, siguiendo la tradición camboyana, fue incinerado. Como combustible se usaron muebles viejos, neumáticos usados y una colchoneta. Entre una espesa humareda negra, sus restos desaparecieron en medio de un olor nauseabundo. ¿Cómo se permitió que un monstruo así manejara con mano de hierro a todo un pueblo? El historiador William Shawcross en su obra “Sideshow: Kissinger, Nixon and the Destruction of Cambodia'”, la radicalización y crueldad de los jemer rojos tuvo mucho que ver con la carnicería y el terror causado por la campaña secreta de bombardeos norteamericanos. Poco después de la Segunda Guerra Mundial "los camboyanos acogieron el marxismo no por sus análisis teóricos, sino para aprender cómo deshacerse de los franceses y transformar la sociedad feudal que el colonialismo había dejado en gran parte intacta".

LA INTERNACIONALIZACIÓN DE LA AMAZONÍA

LA INTERNACIONALIZACIÓN DE LA
AMAZONÍA


SEXTROLOGIA

ARIES:
¿Tu máxima en la cama?: “La Suerte ayuda a los audaces”. Sobre todo si tienes que vértelas entre las sábanas con signos como Escorpio o Sagitario.
TAURO
El refrán que mejor te cuadra es el que dice: “Quien a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija”. Te encantaría poder pegar un braguetazo
GEMINIS
“Tanto va a el cántaro a la fuente que al final se rompe”: las infidelidades te pueden hacer gracia a ti pero no a signos como Capricornio o Piscis.
CÁNCER
En tus relaciones sentimentales sueles seguir la máxima de “Más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer”, especialmente con Aries y Leo.
LEO
“Quien mucho abarca poco aprieta” es un refrán que te sienta como un guante: prefieres la cantidad (para presumir después), que la calidad.
VIRGO
“Un grano no hace granero pero ayuda... a la compañera”. ¿Es lícito montárselo de ONG para ligarte a signos sensibles como Cáncer o el tuyo mismo?
LIBRA
“Obras son amores y no buenas razones”. Lo malo de los graciosos es que terminan por cansar si no rematan bien la faena. ¿No te lo ha dicho Sagitario?
ESCORPIO
“Dos que duermen en el mismo colchón se vuelven de la misma condición”. Posees la capacidad de vampirizar a tu pareja Leo para moldearla a tu gusto.
SAGITARIO
“Entrar por lana y salir trasquilado” es algo que te suele suceder con Aries: es aún más egoísta que tú y casi tan metepatas pero también te pasa con Acuario.
CAPRICORNIO
“Más vale una vez colorado que ciento amarillo” se adapta a ti como anillo al dedo pero también eres “como el perro del hortelano, que ni come ni deja comer”...
ACUARIO
Tu egoísmo casa bien con este refrán: “Más vale pájaro en mano que ciento volando” pero si te dedicas a tirar por tierra los ideales de Leo o Virgo, te quedarás solo.
PISCIS
No te líes y no pienses que “cualquier tiempo pasado fue mejor”. Y si además se lo dices a tu nueva pareja, sea del signo que fuere, te guardará… en “su” recuerdo.

SEXTROLOGIA

ARIES:
Si no tienes paciencia no te comerás nada con Capricornio y, si además vas de gracioso profesional avergonzarás a Virgo y a Tauro.
TAURO
Eres capaz de aguantar de todo menos que signos como Géminis o Virgo te calienten y luego te dejen a medias. La tormenta será memorable.
GEMINIS
Hacer varias cosas a la vez es signo de versatilidad pero en la cama estáte a lo que estás o Cáncer y Piscis saldrán corriendo para nunca más volver.
CÁNCER
Al principio puede que tengas cierto éxito pero ir siempre de víctima será cansino para ti y para tus posibles presas. Escorpio pasará de ti seguro.
LEO
Déjate de teatralidades y autobombos: si tienes algo que demostrar sexualmente hazlo en la cama. Acuario no soportará tus caprichos y rabietas infantiles.
VIRGO
Ir de virgen y mártir a estas alturas de la vida resulta algo ridículo. Y si, además, te quedas dormido después del polvo, seguro que será el último que eches con Aries.
LIBRA
Déjate de gracietas, florituras y posturitas y aprende a rematar bien las faenas o los tres signos de Fuego (Aries, Leo y Sagitario) pasarán de ti seguro. Y Escorpio también.
ESCORPIO
Tu gusto por llevar siempre la contraria en la cama, te digan lo que te digan, sólo funcionará si eres inmensamente rico o encuentras una masoca Virgo o Piscis.
SAGITARIO
Serías un amante perfecto si no fuera por tu falta de tacto y tus constantes meteduras de pata. De infidelidades ya, ni hablamos. Leo, desde luego, no lo soportará.
CAPRICORNIO
Vas de triste y enigmático pero eso sólo funciona si eres de la tribu gótica. En la cama te lo montas bien pero fuera ella eres muy pesado como bien sabe Géminis.
ACUARIO
Eres un fiera en la cama, sobre todo con Tauro pero si vas de listillo y te metes en su vida privada o en la de signos como Géminis el buen rollito durará poco.
PISCIS
Si te gusta ir de víctima, allá tú pero si no, cambia el chip o signos como Cáncer o Leo te chuparán la sangre y además te harán responsable a ti.

SEXTROLOGIA


ARIES:

La sexualidad de esta mujer no tiene porqué estar basada en compromisos. Disfruta del desafío de la conquista y en el fondo desea capturar a su presa.
TAURO
Las experiencias sexuales de una mujer Toro están muy vinculada a sus sentimientos. Prefiere hombres pacientes, que se tomen su tiempo.
GEMINIS
Si te la vas a ligar, debes saber que su sexualidad se basa en la conexión intelectual antes que en el contacto físico. Hará buena pareja con Aries.
CÁNCER
Esta mujer desea conectarse a su pareja con su cuerpo. Es intuitiva y reconoce al hombre que mejor la atenderá. Muy bien con Virgo.
LEO
La leona necesita sentirse adorada y buscará un amante que la trate como una reina. Espera ser el centro del universo y exige lealtad. Piscis la hará feliz.
VIRGO
No suele ser promiscua. Su hombre ideal es un caballero andante: Leo puede ser una buena opción. Su verdadera sexualidad espera ser descubierta.
LIBRA
La mujer de este signo necesita sentirse bella, quiere deslumbrar y encantar a los demás. Tiene mas necesidad de placer mental que físico. Muy bien con Acuario.
ESCORPIO
La mujer de este signo es pura pasión y se muestra celosa y posesiva con el ser amado. Es el paradigma de la “mujer fatal”. Con Sagitario le irá bien.
SAGITARIO
Si quieres enrollarte con ella, no limites su independencia. Le gusta el juego amoroso, es atrevida audaz y liberada. Se lo pasará de cine con Aries.
CAPRICORNIO
Esta mujer busca hombres seguros y exitosos. Si confía en su compañero empieza a relajarse, pero será ella quien imponga sus condiciones. Muy bien con Tauro.
ACUARIO
Quien quiera ligársela le va a costar: tiene miedo a la intimidad sentimental y establece fronteras bien definidas a sus emociones. Capricornio podría ser su pareja ideal.
PISCIS
La mujer de este signo siempre identifica el sexo con el amor pero no busca el sexo por sí mismo ni como instrumento de poder. Le irá bien junto a Virgo.

3 mar 2010

“Zorros” cuidando “pollitos”

Tras el escándalo por el suicidio de Hamid al-Amrani, un niño de trece años, en diciembre de 2008 en Picón del Jarama (dependiente de la fundación O´Belén) y de que unos días después lo intentara otro chico de 17 años, el Defensor del Pueblo decidió intervenir. El PSOE de Madrid ha exigido que se rescinda el contrato de este centro e IU de Murcia ha solicitado que se le retire la cesión de un terreno por cuarenta años. Pero es que O’Belén ya sufrió en 2007 el cierre de uno de sus centros (“La Jarosa / Tetuán”, en Madrid) al ser denunciado por un ex-trabajador que constató irregularidades y vejaciones a los chavales.
¿Quiénes son? El 22 de junio de 1999 se convirtieron en Fundación. Los fundadores no eran eminentes psicólogos, pedagogos y educadores sino un curioso elenco de políticos profesionales e importantes empresarios bendecidos por Manuel Ureña, actualmente arzobispo de Zaragoza. Manuel Pizarro, ex presidente de Endesa, número dos en las listas del Partido Popular en las pasadas elecciones generales; Javier Herrero, consejero delegado de Iberdrola; Jose Morales, subdirector territorial para Madrid de Ibercaja. Emilio Pinto, presidente de la Fundación, por lo menos está diplomado en Magisterio, fue portavoz del PP de Sigüenza. Carlos Moreno, gerente de la Fundación, es portavoz del grupo de no adscritos en la Diputación de Guadalajara tras ser expulsado del Partido Popular. María Calvo, responsable del Departamento de Relaciones Externas de O´Belén, fue concejal en Guadalajara por el PP y Jose Carlos Moratilla, coordinador de Delegaciones deO´Belén en toda España, ha sido presidente de la Diputación de Guadalajara por el PSOE aunque inició su carrera política en el CDS.
Esta Fundación se financia en más de un 90 por cien del dinero que le entregan las administraciones. Sin embargo, cuenta con patrocinadores, entre los que destacan Ibercaja, Peugeot, Alvargómez Gestión Inmobiliaria, Grupo Lábaro y la Diputacion de Guadalajara.
La "Fundación y Asociación Respuesta Social Siglo XXI" (ARS) gestiona el Centro de Reforma "Los Rosales" (enclavado en el antiguo módulo de mujeres de la cárcel de Carabanchel, literalmente, se cae a pedazos) y el centro para chicas “Puerta Bonita” La presiden Ángel Miguel Blanco Sánchez y secretario Sergio Jesus García Muníz, dos personas que nada han tenido que ver con asuntos de tipo social y sí con el mundo empresarial. El primero es administrador único de “Gestión de patrimonios An-Bla S.L.”, administrador “As Sesena Desarrollos Inmobiliarios S.L.” y de “Carabanchel proyectos inmuebles e instalaciones S.L.”. dedicadas al mundo inmobiliario, a la importación y exportacion. El domicilio social está compartido con todas sus empresas (A sesena sl.) C/ parque Eugenia de Montijo nº 6, fundación, sociación en el buzón y aunque como fundación sí se encuentra registrado, la asociación no lo está. en el nº 8 Carabanchel. nº 2: asociación fundación (alquilado). no figuran como propietarios.