Hace unos pocos años, la Iglesia Ortodoxa Rusa (IRO) enfrentó a varias asociaciones que pedían su canonización de Iván el Terrible. Por supuesto, la Comisión de Canonizaciones fue reacia a incluirle en el santoral a pesar de que para muchos fieles rusos este personaje histórico es un santo. En muchos templos de Rusia se venden íconos de Iván el Terrible, el zar que consolidó el estado ruso.
Nieto del Zar Iván Vasilievich III el Grande, pertenciente al linaje Rurik, e hijo de Basilio III y Elena Glinski, antes de su nacimiento, se realizaron muchas profecías sobre el niño que la segunda esposa de Basilio iba a concebir. La historia cuenta que el patriarca griego de Jerusalem le dijo al duque de Moscú: "Si contraes segundas nupcias, tendrás un hijo malvado. El terror y la desgracia asolarán tus estados: correrán ríos de sangre, rodarán las cabezas de los grandes y tus ciudades serán pasto de las llamas." Para ayudar a estas predicciones, quien años más tarde fue conocido como Ivan el Terrible, nació en 1530 en mitad de una pavorosa tormenta de verano. Tenía orígenes griegos aunque su madre procedía de la Horda Dorada de los Khan Mamay y su padre de uno de los enemigos del Khan Dmitry Donskoy. La mujer de éste, al tener noticia del nacimiento, se refirió a él diciendo “Ha nacido un Zar, tiene dos dientes. Con uno nos devorará”.
Su padre, el Príncipe Basilio III de Moscú, fue homosexual declarado hasta el punto de que al divorciarse de su primera esposa, Solomonida Saburova, forzándola a hacerse monja, anunció su orientación sexual afeitándose la barba. Sin embargo, como el duque tenía que dejar descendencia, pronto volvió a casarse con Elena Glinskaya, hija de una princesa serbia y nieta de su amigo y amante Mijail Hlinski pero solamente podía mantener relaciones con su esposa cuando se les unía un oficial de su guardia personal. Fruto de uno de esos “menage a trois”nacería Iván IV, Grozni, mote que en ruso quiere decir “temible” aunque en español se tradujo como “terrible”.
Parece ser que al padre le atraían especialmente los jovencitos vestidos de mujer y narran las crónicas ofiosas de la época, que uno de sus mas despiadados jefes de la policía política, Feodor Basmanov, alcanzó esa posición por interpretar seductoras danzas ataviado con ropas femeninas.
Iván IV Vasilievich, el Terrible, tras la muerte de su padre por envenenamiento, y con sólo tres años es coronado Gran príncipe de Moscú. Su madre, que administraba la regencia, fue asesinada cinco años después, de la misma forma, por clanes boyardos que se disputaban el poder. Iván, con apenas ocho años, juró venganza contra estos señores feudales que campaban a sus anchas en la Rusia renacentista y, en cuanto le fue posible, desató violentas persecuciones y matanzas contra ellos.
Iván y su hermano, retrasado mental, tenían rango de príncipes en público pero, en privado, eran tratados con extremada dureza. Creció viendo como sus boyardos se masacraban mutuamente y esperando que le llegara el turno a él. Fue un niño que apenas podía dormir temiendo que vinieran a matarle. ¿Cómo afectó todo eso a la mente de un niño? El primer resultado de esta estricta educación es que Iván empezó a comportarse como un psicópata: torturaba a los animales sacándole los ojos y destripándolos y a las crías las arrojaba desde las torres del Kremlin. Siendo ya adolescente, durante las cacerías le divertía más golpear y ultrajar a los siervos campesinos que abatiendo presas. Después, al llegar a palacio,convencido de su dignidad divina e imbuído de una religiosidad exacerbada y próxima al delirio, pasaba muchas horas en piadosa oración. Su primer crimen político conocido ocurrió en 1543, cuando sólo contaba 14 años, al ordenar que Andrei Chuiski, jefe del clan boyardo mas influyente de Rusia, fuera arrojado a los perros hambrientos.
Por una parte, encontramos en Iván a un hombre místico hasta el delirio y la psicosis, temeroso de Dios, víctima de afanes mesiánicos y redentores y por el otro, un cúmulo de impulsos sádicos, una personalidad paranoica y delirante. El sufrimiento humano le embriagaba. Su egocentrismo, impulsividad y falta de conciencia denotan lo que hoy se denomina personalidad psicópata o sociópata. Y aunque, como muchos de ellos, era extremadamente inteligente y seductor, sin ningún remordimiento podía aniquilar a miles de personas y luego dar instrucciones minuciosas para que en los monasterios se orara por ellas.
Enamorado de la corte británica, ofreció matrimonio varias veces a Isabel I quien, muy habilmente, logro usar estas “pedidas de mano” en provecho propio así que, quizá para resarcirse de aquellas regias “calabazas” Ivan se casó siete veces. A una de sus mujeres la mató a puñetazos a los pocos días de los esponsales. Durante los años que precedieron a su gobierno personal fue utilizado políticamente tanto por los Glinski, familia a la que pertenecía su madre, como por los Bielski y los Shuiski. A los trece consiguió deshacerse de la tutela de los boyardos pero la historia oficial comienza en 1547con la coronación de Iván a los 16 años. Un mes después se casa con la princesa Anastasia, procedente de la familia rusa Romanov, que le dio seis hijos.
La forma de ser de Iván queda reflejada en esta anécdota: obligó a que todos los nobles de Rusia acudieran a la corte para que él pudiera elegir esposa. De entre las setencientas aspirantes que se presentaron eligió a la que fue su gran amor.
Feliz en su primer matrimonio e, influenciado por su esposa, se rodeo de buenos consejeros y comenzó su reinado realizando reformas muy oportunas. Gobernó con la ayuda de la Rada, consejo privado entre cuyos miembros más influyentes figuraban el sacerdote Silvestre, Macario, su preceptor, y su secretario Alexei Adashev, a quien se debió el talante moderado de los doce primeros años. La tendencia más notoria que manifestó al principio fue la de alejar de su lado a la nobleza boyarda, al tiempo que procuraba sentar las bases de una administración estatal unificada y centralizada y crear instituciones con participación popular. Pero a los trece años de matrimonio, en 1560 Anastasia falleció a los 26 tras un larga enfermedad.
Iván, a la sazón con treinta años, cayó víctima de una honda depresión: durante las noches sus gritos de desesperación resonaban por todo el Kremlin. Se obliga a marchar lejos de Moscú. e, incluso, amenazó con abdicar pero una delegación pidió su regreso. El análisis químico del cabello de su esposa mostró que había una gran cantidad de “zulema”, un veneno a base de sales de mercurio muy popular en aquel tiempo. Después de conocer que su tía Eufrosinia fue probablemente quien la envenenó con la ayuda de los nobles, fue presa del odio y se embarcó en una campaña de terror y represalias que se saldó mandando asesinar incluso a sus mas cercanos asesores y jefes militares. Se transformó en un autoritario y psicopático zar. En 1555 ordenó la construcción de la iglesia de San Basilio en Moscú y, como quedó muycomplacido con la obra, mandó dejar ciegos a los arquitectos para que no pudieran proyectar nada mas hermoso.
Atroz fue la venganza en respuesta a una conspiración: en 1570, llevado de una furia asesina, marchó sobre la ciudad de Novgorod al frente de un ejército de 15.000 hombres arrasándola. Dio muerte a entre 25.000 y 60.000 personas llegando incluso a arrojar a decenas de niños a las aguas heladas de un río cercano por el simple hecho de "disfrutar" viendo el espectáculo. Sospechando que toda la ciudad de Novgorod se había conjurado contra él, Iván paso cinco semanas en la plaza principal dictando su justicia sobre los desventurados ciudadanos; les hizo desollar, quemar y destripar hasta que el río se cubrió de cadáveres. Después, como siempre, ordenó que los monjes rezaran por sus almas.
Pobres de los generales que hubieran perdido batallas: les mandaba ejecutar y a algunos les mató personalmente. A uno le hizo bañarse en un rio con una armadura pesadísima que le había regalado para que se ahogara. El Terrible y su hijo Iván intervenían frecuentemente, de forma directa, en las ejecuciones. Como la del 25 de julio de 1570, en Moscú. Mientras el príncipe Viskavati era colgado y cortadado en lonchas con cuchillos, el zar violaba a su esposa en su presencia y heredero, a la hija mayor del matrimonio. Episodios de horror semejantes se repitieron durante casi veinte años, entre 1565 y 1584.
Tras las atrocidades cometidas sufría crisis periódicas de arrepentimiento, durante las cuales rezaba en la iglesia durante horas, arrodillado junto al altar, y golpeando las losas con la frente con tanta fuerza que se provocaba sangrientas heridas.
La locura del zar culminó con la muerte de su propio hijo y heredero, el zarevich Iván. En uno de sus ataques de furia homicida, el l9 de noviembre de 1581 acabó con su dinastía al matar a bastonazos al heredero con una lanza. El asesinato del hijo salvó a Rusia de un reinado sangriento ya que el heredero había sido educado en la codicia y la crueldad y prometía haber sido aún más terrorífico que el padre. Abrumando éste por el remordimiento, durante meses sus aullidos se escuchaban fuera del palacio. Dos años mas tarde, a los 54 años de edad , en diciembre de 1583, el enloquecido zar murió súbitamente de una misteriosa dolencia, quizá envenenado como sus padres aunque también era público que padecía de sífilis, enfermedad que entre otros efectos, tiene la virtud de devorar células cerebrales.
El odio y el poder sin límites hicieron que sus horrores eclipsaran sus aciertos. Se debatió en la Rusia del Siglo XVI y sus costumbres, oscilantes en una fe delirante en la Iglesia Ortodoxa, en plena convivencia con costumbres paganas y tradiciones bárbaras.
Muerto Iván IV, le sucedió su hijo menor Fiodor I, un idiota congénito e incapaz que estuvo, al inicio de su reinado, bajo la tutela de Boris Godunov. La muerte de este último, en abril de 1605, sumió a Rusia en el caos y no hubo atisbo de unidad hasta la elección, en 1613, del primer Romanov, la dinastía que reinaría hasta principios del Siglo XX.
Terrible para la historia, en ocasiones se olvida que fue el reformador y creador del estado ruso. Su gobierno conoce dos periodos bien distintos. En el primero creó la Rada, un organismo gubernamental que desempeñó el papel de consejo real, compuesto por el sacerdote Silvestre, Macario, su preceptor, y su secretario Alexei Adashev. Reunió y codificó las ordenanzas del reino en un código, el Sudiébnik que era una recopilación de todos los decretos emitidos por el gobierno hasta ese momento. En 1549 convocó por primera vez los “Zemski-Sobor”, una reunión de los representantes de los principados rusos. Un año después alentará un concilio que organice una Iglesia afín a sus propósitos. Después de la llegada del canciller inglés Richard Chancelor y de varios navegantes ingleses a Moscú en 1553, estableció vínculos comerciales con Inglaterra. Introdujo la imprenta, fomentó las artes y las letras. Formó su propio cuerpo armado, el de los “streltsí”, cuyos miembros eran recompensados con parcelas de tierra, política tendente a fortalecer el poder del monarca frente a la aristocracia.
Emprende una reorganización del Estado y del ejército, anexionando mediante la guerra importantes territorios. Decide expandir su poder por el Este y, en 1552, con cien mil hombres y 150 cañones, avanza hacia Kazan. La puerta de acceso para los Urales y Siberia fue tomada en pocos meses. Una de sus más grandes campañas militares fue la conquista de los kanatos tártaros, habitados por tártaros, chuvashes, maríes, morduinos y udmurtos pero también fue importante la de Astracán, en 1556 para controlar la totalidad del curso del río Volga y acabar con una dominación de más de 300 años. Para conseguir una salida al Mar Báltico, comenzó en 1558 la guerra con Livonia, un estado polacolituano, que duró hasta 1583. La prolongación del conflicto originó una profunda crisis económica que motivó la reacción de los boyardos y del clero. El pueblo, para entonces, poco contaba, había convertido a los campesinos en siervos atados a la tierra y a sus dueños, que les trataban como meros animales de labor.
El segundo periodo, a partir de la muerte de su esposa en 1560, se caracterizó por un gobierno autocrático y dictatorial. Entre ese año y 1564, valiéndose de los “streltsí” desencadenó una sangrienta represión contra los boyardos y el clero, prescindiendo de los consejeros de la Rada. En 1564, Iván repentinamente llevó a su familia a Uglich, en las afueras de Moscú. Con la ventaja de tener el apoyo del pueblo, regresa con más poder que nunca imponiendo sus reglas. Los nobles se ven obligados a aceptar algunos cambios dramáticos, incluyendo la formación de dos gobiernos diferentes en Rusia con el fin de tener un control absoluto.
PERSONAJES SECUNDARIOS
Boris Godunov, miembro de la pequeña nobleza de origen tártaro, llegó a ser el favorito del Terrible Iván IV tras el matrimonio de su hermana con el hijo del zar, el débil mental Fiodor Ivanovich. Poco antes de morir, el zar nombró a Boris guardián y regente de Fidor, quien subió al trono como Fidor I Ivanovich (1584-1598) tras el fallecimiento de su enloquecido pero genial padre.
Convertido en el hombre más poderoso de Rusia, Boris emprendió la tarea de debilitar a la todavía pujante aristocracia de los boyardos con el apoyo de la Iglesia rusa: convirtió Moscú en un patriarcado y reemprendió la colonización de Siberia pero se le acusó de haber sido responsable del asesinato del hijo menor del zar Iván IV, Dmitriy, el último heredero al trono, en cuyo nombre la nobleza intentó una fallida sublevación en 1584.
A la muerte de Fiodor en 1598, Boris fue elegido zar, y una de sus primeras medidas fue desterrar a la familia de su yerno y protector.
Dmitry, que gobernó apenas un año, de1605 a 1606, fue uno de los tres pretendientes al trono de Rusia tras la muerte de Iván y basaba su derecho en ser hijo del zar, el príncipe Dmitriy Ivanovich, que en realidad no había muerto a manos de Boris Godunov, sino que pudo escapar milagrosamente. Sin embargo es creencia común entre los expertos que el verdadero Dmitriy fue asesinado en Uglich. La identidad del verdadero del Falso Dmitriy, nombre con el que pasó a la historia, fue la de Grigory Otrepyev, aunque este extremo tampoco ha podido ser históricamente comprobado.
Se sabe que Dmitriy aparece en la historia cerca del 1600, cuando su educación y seguridad parecen haber impresionado fuertemente al patriarca moscovita Jove, que comienza a hablar positivamente de él. El Zar Boris, sin embargo, ordenó que fuese detenido, por lo que escapó junto al Príncipe Constantine Ostrogsky en Ostrog, y posteriormente entró al servicio de otra familia lituana, los Wisniowiecki. Los príncipes Adam y Micha Wis´niowiecki le aceptaron por lo que pretendía ser, entre otras cosas porque representaba una excelente oportunidad para involucrarse en los asuntos rusos.
Existen rumores de que era un hijo ilegítimo de Stefan Batory, anterior rey de Polonia. Dmitriy afirmaba que su madre, la viuda del Zar Iván, había conocido con antelación el atentado para asesinarle preparado por Boris Godunov y le había protegido poniéndole al cuidado de un médico que le escondió en un monasterio ruso. Tras la muerte del doctor, se desplazó a Polonia donde había trabajado como profesor durante un breve tiempo antes de entrar al servicio de los Wisniowiecki. Algunas personas que conocían al Zar Iván y a la familia imperial, comentaban que el joven Dmitriy tenía un gran parecido con el príncipe fallecido. Dmitriy exhibía una alta educación: leía y escribía y hablaba con fluidez tanto el ruso como el polaco.
Dejando de lado que creyesen o no en el relato de Dmitriy, algunos nobles polacos decidieron apoyarle en contra de Boris Godunov, a la sazón regente y Zar de Rusia. En marzo de 1604, Dmitriy visitó la corte real de Sigismund III en Krakovia. El rey provisional le apoyó, pero no le hizo promesa alguna de ayudarle en sus intentos de recuperar el trono ruso. Para atraerse el apoyo de los poderosos jesuitas, Dmitriy se convirtió publicamente al catolicismo romano el 17 de abril de 1604, y convenció al nuncio papal Rangoni para que respaldase su demanda. Conoció a Marina Mniszech, de la nobleza católica polaca, pidió su mano y como dote prometió aportar a la familia los territorios de Pskov, Novgorod, Smolensk y Novhorod-Siverskyi.
Cuando a Boris Godunov le hablaron acerca del pretendiente a la corona, aseguró que su policía secreta había descubierto que el hombre era en realidad un monje desertor llamado Grigory Otrepyev, nacido Yury Otrepyev. Algunos de los boyardos rusos, se mostraron dispuestos a aceptar la demanda de Dmitriy y formaron un pequeño ejercito. Apoyado por unos 3.500 soldados, invadió Rusia en junio de 1604. Los enemigos de Godunov, incluyendo los cosacos del Sur, unieron sus fuerzas en el avance sobre Moscú: el ejército de Dmitriy sostuvo dos batallas: ganaron la primera y capturaron varias ciudades pero fueron derrotados en la segunda y la coalición se desintegró rápidamente. Pero la repentina muerte del Zar Boris el 3 de abril de 1605 quitó la última barrera para el avance del pretendiente. Las tropas rusas comenzaron a desertar pasándose el lado de Dmitriy y el 1 de junio los boyardos secuestraron en Moscú a Fiodor II, heredero legítimo del trono, y a su madre a quienes luego asesinaron brutalmente. El 20 de junio el impostor hizo su entrada triunfal en Moscú y el 21 de julio fue coronado por el nuevo patriarca que él mismo había designado.
Jaime Barrientos González
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